27 de marzo de 2010
¿QUÉ SOY YO?
Yo no soy como nadie.
Ningún hombre es igual a otro. Krishna fue uno, Buddha fue uno, mi maestro fue uno, y yo soy uno. Pero lo importante, no es ser uno, sino lo que se es. ¿Qué soy yo?. Si me interesa saber “quién soy”, me debería interesar más saber “qué soy”. Lo que soy nace de lo que hago. Es muy importante que cuide y mejore mucho lo que hago, porque de eso depende lo que seré y el sentimiento que tendré de “ser yo mismo”.
Enseñanzas de Swami Shankaratilakananda, discípulo de Swami Tilak (editado por Dipanjali Upasaki)
TILAK, LA BANDERA DEL DHARMA
El glorioso aprendizaje del método de enseñar es la compasión; es aprender a ser mejor persona y enseñar a otros a serlo, directamente, transmitiendo lo aprendido.
El entorno que nos rodea es la expresión de tu perfección de vida, mejorando la calidad del trabajo y de los que trabajan con nosotros, mejorando la calidad de nuestras familias.
¿De qué sirve haber conocido el Principio del Guru, haber conocido una tradición, si no existe verdadera transformación?
Mejor que llevar la bandera del Dharma y ser su abanderado, es llevar la marca del Dharma, el Tilaka, y que esta marca en la frente signifique que todo pensamiento sea elevado.
Enseñanzas de Swami Shankaratilakananda, discípulo de Swami Tilak (editado por Dipanjali Upasaki)
LOS CUATRO PRINCIPIOS DE LA VIDA
Los cuatro principios de la vida espiritual son los cuatro pilares del edifico del templo, del purusha, del hombre y del espíritu: chaturpurushartha.
1. Dharma: el principio del dharma, conocer el dharma, tener un camino
2. Kama: saber y conocer el principio del placer, saber disfrutar
3. Artha: una buena economía, saber el principio del intercambio, qué es lo que se va a dar y recibir, y hasta dónde se tiene que dar y recibir
4. Moksha: el principio de la liberación, de la vida interior
Estos cuatro principios construyen al hombre y al ser espiritual. Podríamos decir, que esto es ser védico.
Enseñanzas de Swami Shankaratilakananda, discípulo de Swami Tilak (editado por Dipanjali Upasaki)
ES PREFERIBLE...
Es preferible una vida sencilla, pero profunda y elevada, que una vida sofisticada pero vacía como un tambor. Es preferible ser una buena persona, que ser aclamado por todos como un gran santo. Es preferible vivir una vida normal, honesta, sabiendo trabajar para ganarse el sustento y el placer, que vejar los principios de la vida espiritual con hipocresía.
UNA FAMILIA MILENARIA
La tradición doctrinal o Sampradaya, la cadena discipular o Parampara, y el linaje discipular o Gurugotra, dan un gran apoyo a los que seguimos la Dharma de una manera comprometida y declarada, sobre todo, cuando nos vemos acosados por las personas que no respetan las diferencias confesionales, afectados por los que les molesta que seamos lo que somos, abusados por los que se benefician de nuestra exquisita actitud, respetuosa y educada al autolimitarnos en las reacciones, expresiones y críticas, así como por los que amenazan sin pudor con la fuerza.
En el camino de la autorrealización, no debería haber ni fama, ni popularidad, porque precisamente la mala fama es la mejor garantía para que esté al verdad detrás de ella.
Son muchas las buenas razones para preservar la Dharma y potenciarla en nuestra vida diaria. Es hermosa la dignidad de ser védico y saberse miembro de una gran familia de miles de años, plenamente vigente en nuestros días.
Enseñanzas de Swami Shankaratilakananda, discípulo de Swami Tilak (editado por Dipanjali Upasaki)
LAS TRES SHAKTIS O ENERGÍAS
El poder de la voluntad determina los otros tres poderes del yogin, los poderes que otorgan vitarka, es decir, una mente con conciencia espiritual. Son el poder de la acción, kriya shakti, y el poder del saber, gñyana bhakti.
De acuerdo a los acharyas o maestros, el poder de iccha, la voluntad, se incrementa con la tapasya, es decir, la disciplina esforzada; el poder de kriya aumenta con la meditación, y el entendimiento y el poder de gñyana, el saber, con el estudio del Ser mismo.
Según Patanjali, en los Yoga Sutra (pada II, sutra 1) esto es lo que se llama Kriya Yoga.
Enseñanzas de Swami Shankaratilakananda, discípulo de Swami Tilak (editado por Dipanjali Upasaki)
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