2 de octubre de 2009

ADHYATMA YOGA Y LA PAZ 2

POR: SWAMI SHANKARATILAKANANDA Fuente: http://yogaydharmamadrid.blogspot.com (...) No hay nada en la vida más elevado y preciado, que la paz interior. Perder el tiempo cuando uno está en la búsqueda de la paz interior, es perder la vida. La quinta esencia del camino de la paz es la aceptación de nosotros mismos, y luchar por borrar los errores, llevando la paz a todos los campos de nuestra vida, porque todo parte y se imprega de nuestra paz interior. Normalmente nos fijamos en un arquetipo de persona ideal, para escapar de nuestra búsqueda interior, de nuestra propia autoaceptación. No se puede vivir la vida espiritual evadiéndonos de nosotros mismos. No huyas de tu realidad, enfréntate a ella, ve directo, con fuerza, hacia donde encuentres dificultad; a pesar de tener mucho miedo, esto te hará fuerte. ¿No es hermoso y profundo al mismo tiempo?

ADHYATMA YOGA Y LA PAZ 1

POR: SWAMI SHANKARATILAKANANDA Fuente: http://yogaydharmamadrid.blogspot.com El conocimiento espiritual no es sólo repetir el nombre de Dios, sino estudiar, trabajar, hacer el amor. El yoga espiritual te enseña cómo vivir y cómo salir de esta vida; y es por ello, que se hace en el sitio donde uno vive y en sus circunstancias, no tiene que ser un escape en la vida. Es el medio para conseguir la paz y la serenidad que tanto anhela el ser humano, y que intenta lograrla en el mundo material: en elevar el puesto de trabajo, en unas vacaciones.. pero lo material es transitorio, al final se acaba, y cuando esto ocurre, llega el sufrimiento. Perdemos el puesto de trabajo, perdemos las vacaciones.. y sufrimos. La paz es una meta, por la cual se lucha durante toda la vida.

29 de septiembre de 2009

CÓMO TRANSFORMAR LA ANSIEDAD EN SERENIDAD

Fuente: http://yogaydharmamadrid.blogspot.com POR: SWAMI SHANKARATILAKANANDA Son vehículos de inercia, como los coches. En las autopistas vemos que en un largo trayecto cuesta abajo, dice sálgase y tome un vector a la derecha, entre en tramo arenoso y algo le parará al final. Porque si no podemos parar por nosotros mismos, y con los frenos adecuados, porque el mejor freno no es brusco. Lo mejor es conducirnos, no frenarnos, que en el campo de la emoción no sería una represión, sino saber utilizar la marcha de la acción, saber qué marcha, saber qué potencia ponemos. Por eso, se invita a usar el freno motor, y no los frenos que se calientan. Si usamos mucho la represión, la mente se calienta, y el efecto es contrario, los frenos se calientan de estar frenando. Uno se reprime mucho, quiere desinhibirse mucho. Y después nos paramos de golpe, por la inercia, y llega la crisis. En la inercia tenemos un gran problema, y la ansiedad es el gran problema; y lo ideal sería parar un momento en el área de servicio, y al parar pensar qué estamos haciendo, ver el estado de nuestra mente, observando la dispersión que tenemos y la inercia focal. Y en el área repostar una nueva manera, y que alguien te ayude y aconseje; y esos consejos que sean las marchas que metas a tu vida. Si no paras y decides investigar y preguntar, investigar porque estás tan revolucionado que te sales con un accidente en la vida, o puede que te salgas y te des un bacatazo. Y así aprendas la psicología del pulpo, que cuantos más palos le des, más se ablanda, pero también recibes heridas. Para acabar la inercia de la ansiedad, hay que tomarse unas vacaciones, pero no de cambio de lugar, sino quitarse los zapatos y entrar en un lugar que te invite a estar de una manera diferente, No sólo está la ansiedad como un estado de sintomatología sensorial (...). Pero hay una ansiedad mucho mayor, que va directa al núcleo del ser, y que sólo la captas cuando haces filosofía, y no “impulsología” (impulso bajo la vida). Es la ansiedad de ser, el conflicto de ser y no ser, y tener una grave confusión de lo que eres. Pero esta ansiedad es una que sólo la vislumbra bien el filósofo, no un Sócrates ni un Guru, sino el que busca la verdad de las cosas de sí mismo y no se deja engañar por el impulso de la vida.

27 de septiembre de 2009

LA REVOLUCIÓN DE LA CONCIENCIA 2

POR: SWAMI SHANKARATILAKANANDA Fuente: http://yogaydharmamadrid.blogspot.com Porque revolución en latín significa retorno, pero nos asociamos al hecho de la revolución como la transformación hacia delante. Cuando queremos cambiar cualquier cosa, implantar algo nuevo, el ser reaccionario impide la reacción hacia la transformación de un estado de actuación que crea una mentalidad de ser. Así, revolución es volver al punto perdido, como una idea favorable perdida dentro de nosotros o de nuestra sociedad, y al haberla perdido no hay avance ni mejora, por la consecuencia de la acción y la reacción. Si está bien encaminado, está el desarrollo de la mejora, pero si perdemos el rumbo y se bloqueara el flujo del progreso y quiere mantenernos ahí privados de la transformación, ¿qué ideas debemos tomar para cambiar? Aquí vienen muchos de los conflictos humanos. Que a la lucha contra una idea reaccionaria, a una idea que bloquea ese flujo de progreso, no le sucede una idea bien planteada, pues será el camino de nuestro pensamiento y acción, para así entonar la mejora que ansiamos, y la lucha contra los obstáculos que tenemos. Y en esa búsqueda del concepto de ser y hacer, toda revolución así llamada termina en la práctica en fracaso, porque se vuelve desafortunadamente, a un estado donde nada ha cambiado. Se pueden cambiar las formas, conceptos, pero lo mismo que cambiamos de zapatos para movernos por muchos sitios. El problema es que el ser humano no se cambia tan fácil, incluso aunque los pies se deformen por esos zapatos, o incluso aunque hayamos perdido cinco dedos hábiles que parezcan muñones y afecten a nuestro cuerpo, o incluso a nuestro sistema nervioso central.