5 de septiembre de 2009

LA MEDITACIÓN 4

Fuente: http://yogaydharmamadrid.blogspot.com POR SWAMI SHANKARATILAKANANDA En sanskrita, dhyanam es el flujo de la conciencia hacia sí misma. Para ello, hemos hecho el repliegue de todo lo que suele surgir a la mente cada vez que abrimos los ojos, todas las indicaciones. Por eso la posición del yoghi con su mano izquierda debajo de la derecha (en forma de cuenco), el cuerpo sereno, la cabeza firme, los ojos cerrados, los labios apenas se tocan, la punta de la lengua tocando el paladar, serenando la respiración, inhalando y exhalando poco. Es el proceso de meditar el cuerpo y la mente. El alma no medita, porque el alma es el objeto en sí mismo de la propia meditación, podemos decir que el Atman siempre está en estado de meditación. Luego no tiene que meditar para llegar a ese estado. Ananda significa que el gozo no viene de nada que esté fuera de tí, sino de tu propio ser; por ello es el cuerpo y la mente los que tienen que cerrar el círculo sobre uno mismo, así el cuerpo meditará facilitando la respiración a la meditación. La respiración meditará para facilitar a los sentidos, los sentidos para que la mente se absorba en el sí mismo, y ésta para que pueda fluir hacia el Atman. Este es el proceso de la meditación, a la que debemos llamar dhyanam. Y en el caso de que queramos llamarla meditación y haya confusión para poder entenderla, sería bueno entenderlo como meditación profunda y trascendental, en la que el cuerpo forma un circuito a través de un mudra corporal, muy importante para que el flujo de la sangre vaya hacia las partes superiores del cuerpo, hacia la cabeza. No sólo meditamos con la mente, sino con el cuerpo. También debemos entender que la meditación se ha de hacer en el mundo. Así que si el mundo no se puede callar, nosotros sí debemos callar al mundo en nuestra mente.

4 de septiembre de 2009

LA MEDITACIÓN 3

http://yogaydharmamadrid.blogspot.com POR SWAMI SHANKARATILAKANANDA Por ello se necesita que haya un asana, que no es sólo adoptar la postura. Debe haber quietud. Entonces ya entendemos que el cuerpo empieza a meditar cuando alcanza el silencio en la quietud de su movimiento, en este caso de su no movimiento, y cuando la respiración se desasosiega porque el cuerpo no se mueve, y entonces la respiración entra en meditación; así junto al cuerpo en meditación, los sentidos entran más fácilmente en meditación, porque ya no van hacia fuera, van dentro. Y teniendo estos tres elementos unificados en yoga, ensamblados, el cuerpo quieto, la respiración apaciguada, que es lo más quieta posible que se puede tener (porque no se puede aquietar por completo, pues vendría la parálisis de la mente que sería la muerte), y los sentidos dentro, quietos, reposando en la conciencia, empieza la concentración (dharana); y todo el ser mental concentrado en el interior, donde en sí mismo empieza a fluir en ese estado de sama, en ese estado de bienestar, y cuanto más se mantenga el flujo ininterrumpido de concentración y reposo en sí mismo, la meditación es más profunda y por lo tanto más gozosa, y a eso le llamamos dhyanam. Y la palabra dhyanam, que tiene su origen en la quietud, está relacionada con su explicación en sánscrita, que es fluído.

LA MEDITACIÓN 2

http://yogaydharmamadrid.blogspot.com POR SWAMI SHANKARATILAKANANDA No se debe de pensar, y para no pensar, hay que ir a la parte fisiológica de la acción de pensar, que es respirar, porque aquello que no respira no piensa. Aquello que respira de una manera pobre, piensa de una manera pobre, y así cuando se altera la respiración, hasta el pensamiento que se necesita tener bajo control en un momento determinado, no se puede porque se escapa de la raíz de la mecánica física del pensamiento que es respiración. Igualmente cuando una emoción viene a nuestra mente, también se traslada a la parte física del pensamiento, que es la respiración; así, una emoción perturba nuestra respiración. Por eso los yogis se dieron cuenta de que si querían trascender a la mente que piensa y poner a la mente en estado de conciencia, deberían de parar el pensamiento, y para parar el pensamiento tenían que ralentizar la respiración. Por ello, para que la respiración se pueda ralentizar no tiene que haber ni el movimiento corporal de una mano, porque para ello se requiere que la respiración en forma de energía tanto nerviosa como sanguínea vaya hacia la mano, en ese instante corre después de la respiración el pensamiento, consciente o inconsciente corre detrás, por eso la mente se ha movido antes de que se mueva la mano.

3 de septiembre de 2009

LA MEDITACIÓN 1

http://yogaydharmamadrid.blogspot.com POR SWAMI SHANKARATILAKANANDA Es conveniente aprender la palabra adecuada, para designar todas las diferentes técnicas que forman parte de la tecnología trascendental de la meditación, para no entenderla como “que una persona meditabunda es ensimismada”, y tenemos que entender que un meditador no es alguien que medita reflexivamente. Vamos a asignar la palabra en sánscrito, dado que en castellano requiere demasiadas aclaraciones. Esa palabra sánscrita es dhyanam. La palabra dhyanam está construida con una raíz que revela la base del proceso, dhii que significa firmeza, quietud. Dado que el objeto de la observación somos nosotros mismos, más allá de la observación de nosotros mismos pensando, no debemos mover nuestro yo para poder ser observado. Entendemos que movemos el yo cuando el yo piensa, cuando se coloca en el mundo de los objetos, cuando se pone a reflexionar sobre alguna cosa, entonces el yo se mueve, y por ello es tan difícil poder vernos a nosotros mismos cuando estamos involucrados en tantas cosas. Para podernos ver como la consciencia en sí misma no tenemos que mover el pensamiento, ni tan siquiera cuando el pensamiento está dentro. Vemos cuando alguien corre, porque está corriendo; pero cuando recordamos también le vemos correr, y con nuestros pensamientos también podemos sentir alegría, tristeza, ánimo, desánimo, según como vengan los pensamientos de aquello que ya fue vivido. Por ello para meditar tampoco hay que mover el yo, ni pensar, quieto el ego. Clase de Meditación